viernes, 3 de septiembre de 2010

Modernidad Divino Tesoro

Que las sociedades van cambiando no es algo novedoso. Que los tiempos nunca son los mismos, tampoco. Pero habría que preguntarse ¿si todo pasado siempre fue mejor? La era moderna, como afirma Alessandro Baricco, nos encuentra cambiados, nos muestra mutados, tal vez para mejor, en un contexto en donde la vida, la experiencia, y las relaciones sociales pasa, ya no por los espacios públicos conocidos, sino por la red.


Esta nueva sociedad, a la que el autor llama Los Bárbaros, pretende cambiar la sociedad letrada, instaurada en otro tiempo y por otros hombres. Los bárbaros rompen y burlan las enseñanzas de aquellos, y demuestran que la vida hoy, tiene otro espacio y un ritmo diferente.

El contexto en el que se desarrollan estos “mutantes”, es el contexto de la red. Un entramado virtual, donde cada persona es un nodo que se conecta con otros y, entonces, cuando todos se activan ponen en movimiento la gran red. La sociedad red tiene un gran océano de sitios web por donde navegar, que la llevan a diferentes puertos, ciudades, donde realizar actividades sociales, o buscar información, o encontrarse bárbaro con bárbaro. El gran imperio es: Google.

Google representa la guía que precisa todo ciudadano para llegar a los destinos deseados. Esta página tiene la llave de entrada a los millones de sitios que existen en la web. Es el buscador que logró poner al alcance de un click todos los sitios de la red, con un detalle que no es menor: encontrás solo lo que buscas (y no es el slogan de Páginas Amarillas). Los creadores de esta página recurrieron, para lograr tal fenómeno exacto, a una herramienta, hasta ese momento, no tenida en cuenta: el links. Este elemento es el que hace comprender la importancia que tiene un sitio sobre los demás. Como los explica Baricco: “son más relevantes las páginas a los que se dirigen un mayor número de links. Las páginas más citadas por otras páginas”.


En esta conexión, cada nodo que está presente, activo, comparte sus conocimientos, sus saberes con los demás. Los links muestran qué páginas son las consideradas “sabias” y entonces el conocimiento se entra en movimiento y ya no se queda inmóvil, para uno solo, como en otras épocas.

Este imperio de los Bárbaros tiene otra cualidad que hace, también, a la mutación de los hombres, y es la velocidad con la que te otorgan la información. La velocidad, en la red, es generada por la calidad. Es ella quien nos da la idea de qué es importante y qué no.


Los sitios que también tienen mucha importancia para estos “nuevos hombres” son los que permiten las relaciones sociales, llamados “redes sociales”. Uno de los más famosos, es Facebook. Esta creación de hace algunos años nada más, tiene miles de usuarios registrados en todo el mundo. Dentro de Facebook, las personas se contactan unas con otras, activan la red, y dan a conocer al resto de los usuarios qué piensan, qué les sucede, aquellos que les agrada y hasta los negocios que realizan. Esta página tiene diferentes herramientas, todas generadas para que los que lleven una vida online puedan dar a conocer cómo son, qué intereses tienen y, así, resignificar, desde lo privado, la vida pública.


Las miles de características que tiene Facebook son analizadas en “El Proyecto Facebook y la Posuniversidad. Sistemas Operativos Sociales y Entornos Abiertos de Aprendizaje”. Este proyecto desentraña los fines de la página y muestra al usuario en constante intercambio de información con sus amigos facebookeros.

A partir de esta creación analizada, se puede afirmar que en esta nueva sociedad, existe una nueva forma de hacer sociales. Por lo tanto las relaciones no están dadas solamente por las personas, sino que los objetos también median en el ambiente. El autor, Bruno Latour, prefiere llamarlos Humanos y No Humanos. Para él el medio en el cual nos desarrollamos tiene actantes de los dos tipos. Aclara que “el hombre está poseído por la tecnología, de tal modo que es una completa ilusión creer que podamos dominarla”. En el capítulo 6 de su libro “La Esperanza de Pandora” va demostrando, paso a paso, cómo la distancia entre el hombre y la tecnología es cada vez menos acotada y cómo ambos pertenecen al mismo colectivo (palabra que usa en reemplazo de sociedad). Para Latour el entrecruzamiento de los Humanos y No Humanos mejora la condición humana y el desarrollo de la misma.


La modernidad en la que se está inmerso ha mutado, junto con ella mutaron los seres, pero no de una forma peligrosa como tal vez lo quiere mostrar Baricco, sino de una forma acorde a los tiempos que trascurren. Donde la vida ya no pasa sólo en sociedades “cara a cara” sino en red, conectados, nodo a nodo y activando una nueva forma de comunicación y resignificación de los espacios. Tal vez los Barbaros no quieran destruir a las antiguas sociedades sino enseñarles otra forma de integración. Por que, en palabras del mismo Baricco, “las aldeas de los letrados a día de hoy es mucho más una ciudad abierta, donde conviven dos civilizaciones, que un saqueo concluido en el que haya vencido una nueva cultura”.

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