martes, 13 de diciembre de 2011

"Lo que hago es por mis hijas, debemos manejar el planeta sosteniblemente y saludablemente"

“Grupo Génesis surge hace 26 años atrás con la intención de ayudar en el medio ambiental por un grupo de chicos de la escuela de Alberdi que se juntaron por el problema de  contaminación barcos lavaban el petróleo que tenían en sus bodegas en el Río Paraná. Lo tiraban y quedaban en la costa”, dijo Alcides Ghiglioni del Grupo Génesis.

Por otro lado, Génesis tiene hoy día muchos integrantes, gente que esta preocupada por los animales, personas que no están en el país, están en Colombia y España, además hay personas trabajan en la contaminación por agroquímicos.

¿Cómo nace la lucha constante para evitar la contaminación ambiental? Siempre dije que la única manera de estar conforme con lo que hago, es saber que lo que hago será para mis hijas en el carácter transitivo es destinado a todo el mundo pero en realidad sino manejamos el planeta sosteniblemente y saludablemente nos quedamos sin planeta en el paso al que vamos.

"Los ecologistas tenemos que meternos en política"

"Me parece que es necesario y fundamental trabajar en política, en política ecológica. Porque el planeta no nos va a dar mucho más tiempo. Hay que meterse en lo que tiene que ver con lo social, con la política; con el poder de cambiar la situación", le dice a enREDando.org.ar se publico el 18 de septiembre de 2004 Ghiglioni.. "Hay que poner en la agenda política la cuestión ambiental. Y para eso hay que trabajar en política", insiste Alcides, que inscribe en esta postura su participación en nombre de Génesis en la comisión de Ecología del Concejo Municipal rosarino y que remarca la necesidad de brindar información al conjunto de la sociedad. "Yo no sé si la palabra es concientización. Creo que la palabra clave es información. Si no tenemos información no sabemos de qué se trata; la sociedad tiene una información muy light, muy superficial, y por eso no tiene conciencia".

ONG's rosarina proyecta crecer en el cuidado ambiental

Con los papeles ordenados y ya a punto de ponerle la firma de ONG’s, Laura Dell’Oro cuenta que hace dos años que están trabajando en la organización de Red Ambiental Rosario. Los colaboradores se congregaron a partir de una beca que salio publicado en el diario La Capital donde fueron a la provincia de Mendoza a un liderazgo sobre sustentabilidad ambiental, ahí el grupo se conoció y proyectaron la institución. Los integrantes son abogados, biólogos, relacionista institucional, arquitecta y psicóloga.

“En este momento estamos haciendo los trámites para la personalidad jurídica. Nuestra motivación es ocupar un lugar haciendo proyectos que tenga alguna aplicación directa sobre el medio ambiente y sobretodo en la ciudad que es donde nos movemos habitualmente”, enfatizó Dell’Oro.

Por su parte, destaca que siente apoyo de la Municipalidad de Rosario y juntos están llevando a cabo el proyecto de presupuesto participativo. “Siempre que tenemos ganas de hacer cosas vamos a la Municipalidad, nos reciben y hay una buena relación, aunque no se hace todo lo que uno quiere”, calificó.

Afirman que el trabajo que realiza la Red Ambiental Rosario es adoloren pero que esperan tener proyectos que se sustenten con financiación del Estado y de empresas.

Greenpeace en Argentina



Greenpeace Argentina se inauguró oficialmente el 1º de abril de 1987 y fue la primera oficina que se abrió en un país en vías de desarrollo. El coordinador del grupo voluntario de Rosario, Gonzalo Gorostarzu hace cuatro años que lidera el grupo local.

El pequeño grupo de voluntarios que había empezado a trabajar en 1986, decidió que lo mejor era empezar a trabajar sobre los residuos tóxicos, exigiendo que se prohíba la producción, importación, venta y uso de 12 compuestos químicos más tóxicos. Esa fue la primera campaña.

Desde entonces, Greenpeace Argentina fue creciendo y avanzando sobre diversos problemas ambientales: la sobrepesca, la contaminación de las aguas, el destino de la basura, el cambio climático, el desmonte de los bosques nativos.

¿Sentís que hay una participación de la sociedad y apoyo a la institución? Si, el tema ambiental va tomando mayor repercusión más allá que este de moda y que las empresas se pinten de verde porque vende, la gente va viendo que el deterioro y el mal manejo de la naturaleza. Eso suma haya una mayor participación de la gente joven, no solamente en organizaciones ambientalista sino en cuestiones políticas, se da a nivel nacional e internacional como por ejemplo con los grupos indignados en España y Egipto, se ve otro renacer en cuanto al involucramiento sea social o ambiental.

En la actualidad, Greenpeace Argentina es la organización ambientalista más grande del país, cuya sede central se encuentra en la Ciudad de Buenos Aires y cuenta con grupos de voluntarios en Rosario, Córdoba, Mar del Plata y Neuquén.

Puerto General San Martín, una zona de sacrificio


Puerto General San Martín, es considerada una de las ciudades más conflictivas en relación a la cantidad de empresas y la convivencia con la población. La Asamblea Ciudadana que funciona allí está trabajando fuertemente en materia ambiental y asegura que la ciudad es considerada como una “zona de sacrificio”.
La Asamblea surgió poco tiempo atrás a raíz del intento de radicación de un relleno de seguridad en esa ciudad. A partir de allí, cada vez más personas se han interesado y participado del proyecto.
El relleno de seguridad era parte de un proyecto de la empresa Termosan, que pertenece al Grupo Pelco. La misma quería instalar en la ciudad un espacio en el que se enterrarían los desechos que la empresa incinera. Así, este relleno se convertíría en un potencial peligro de contaminación de la tierra, el agua y el aire.
A partir de esta noticia se comenzó a trabajar mancomunadamente entre un grupo nutrido de personas para frenar el avasallamiento de las empresas.  Se creó la Asamblea y a partir de allí se juntaron firmas para evitar la radicación del relleno de seguridad ante el Concejo y ejecutivo municipal. Gracias a las reiteradas presentaciones de la Asamblea es estas instituciones, se logró que  el tema se trate en el Concejo, donde se reguló el uso del suelo y de esta manera se detuvo la radicación.
Pero si bien se pudo evitar que se instalara el relleno de seguridad, la problemática ambiental en la ciudad brota por todas partes. La Asamblea, desde su creación, se encontró con más puntos de conflicto como las playas de camiones, las fumigaciones y los incineradores, por ejemplo.
En Puerto General San Martín hay gran cantidad de empresas del rubro oleaginoso, químico, biodiesel y de combustibles y eso la convierte en “la zona más terrible del cordón industrial” de acuerdo a lo declarado por  Daniel Núñez quien integra la Asamblea Ciudadana y es el encargado de coordinar las tareas del mapa ambiental que se llevan adelante con la colaboración de los ciudadanos.
En el mapa puede observarse cómo las zonas cercanas a las empresas se tiñen de rojo. Esos son los sectores donde se presentan mayor cantidad de denuncias, comprobadas, sobre contaminación de algún tipo. Así, a simple vista se puede advertir que el asentamiento de las empresas en el ejido urbano es un tema para al menos ocuparse por parte del poder político.
Respecto a este tema existen diferentes posturas. Quienes opinan que estas deben “salir “ de la ciudad y quienes creen que existe la posibilidad de llevar a cabo una producción “más limpia”.
“Las empresas pueden trabajar sin contaminar. Con una producción limpia se puede generar más trabajo que el que hay ahora. La empresa va a dar más trabajo porque va a necesitar hacer más procesos para no contaminar”. Pero para ello, “se necesita el compromiso de las autoridades y exigir a las empresas para que piensen más en los habitantes de las ciudades”.
Respecto a la intervención del Estado David Cicotti, que también forma parte de la Asamblea Ciudadana de Puerto General San Martín, tiene una mirada más radical. “De 25 años a esta parte no se había hecho nada”, dijo el arquitecto que se desempeña como empleado municipal en dicha localidad.
“La Asamblea surge a partir de una pagina web creada por compañeros de trabajo. Nos fue mancomunando con una idea en común. La primera movida fue con Termosan, una empresa pequeña indiscutiblemente contaminante”.
Ciccoti explicó que desde la creación de la Asamblea se ha concientizado a la gente y ya no es necesario esconderse para hablar de la contaminación.
“La verdad es que estamos muy contentos por como va. Hasta hace un tiempo este problema no existía”, dijo en alusión a posicionar los temas relacionados a la ecología en la la agenda publica.
“La intendencia no hace nada como para tratar de ponerle limites, o que por lo menos, minimicen la contaminación. Hay que empezar a presionar para que empiece a cumplir con su tarea de gobierno”.
La propuesta de la Asamblea es trabajar en la concientización y difusión de la problemática para que se tomen cartas en el asunto porque "tenemos contaminación para hacer dulce”.







lunes, 12 de diciembre de 2011

Hace 26 años ONG's defiende la preservación del medio ambiente

Taller Ecologista fue creada en 1985 y surgió como un grupo de estudio ya que el tema ambiental no estaba en la agenda publica, la gente que formo el taller estaba militando en otros espacios que estaba interesada en empezar a conocer más en la problemática ambiental”, contó Mirko Moskat coordinador de el área Residuos.

“Hoy esta integrado por un núcleo más permanente de diez personas y gente que colabora en proyectos más específicos que contribuyen a la organización. El método de trabajo es diferente para las cuatro áreas; energía, residuos, tóxicos y agua, en esos campos hay un responsable”, explicó.

Desde la organización trabajan en la defensa y preservación del ambiente de manera integral y no bajo una visión reduccionista, conjugando los problemas sociales, políticos y económicos con el respeto por los derechos humanos, promoviendo sociedades sustentables que permitan a las generaciones actuales y futuras una vida digna y armoniosa con el entorno.

Las principales actividades de Taller Ecologista abarcan campañas de concientización, investigaciones, acciones de incidencia en políticas públicas, talleres, ciclos de charlas y debates, conferencias, producción de materiales y difusión de los conflictos socioambientales a través de distintos medios de comunicación. Por esta razón, la institución publicó en su página web un documental que fue nombrado como “peligro invisible” que trata sobre la contaminación en el Cordón Industrial. “El video se pensó en dar mayor difusión a un tema que los vecinos vienen reclamando a partir de allí, pensamos que era una forma de apoyarlos. En cuanto a esta zona, se observa una gran impunidad de las empresas que están afectando el entorno sin ningún tipo de sanción y escasa fiscalización e inclusive esta definiendo cambios de normativas según interés de estas empresas”, opinó Moskat y agrega que “hay una complicidad del poder político en permitir a las industrias expandirse y operar como lo hacen”.

La organización obtiene recursos de las contribuciones mensuales que efectúan sus socios y de la recaudación que genera en eventos públicos con la venta de producciones propias. Asimismo, Taller Ecologista recibe apoyo económico de otras instituciones para actividades y proyectos determinados, en la medida en que esto no condicione su independencia y autonomía institucional.

¿El Estado cuidá el medio ambiente, concientizá, trabajá junto con las ONG´S?

Las políticas del Estado Nacional como Provincial en materia de cuidado medio-ambiental es una discusión permanente en cuán eficaz son sus proyectos y en cuánto invierten en concientizar a la sociedad. También, se convierte en un debate sobre el papel que debe cumplir en lo social y en si debe unirse a las instituciones que luchan constantemente en mejorar la calidad de vida de la población.

Pues, desde el Concejo Municipal de Rosario se aprobó en la sesión del jueves 27 de octubre la creación de un espacio para concientizar sobre el cuidado del medio ambiente. Para ello, en la entrevista el concejal del partido Unión Cívica Radical, Jorge Boasso que contó las características de la nueva Casa de la Ecología: “Con ella podemos mostrar a todos aquellos alumnos que las visitarán como es posible vivir con los recursos del medio ambiente”.

Por otro lado, el abogado agrega la ubicación del establecimiento se lo deja al Ejecutivo pero opina "debe estar en un espacio público para que sea parte del paisaje natural". A su vez, el objetivo del proyecto es que las empresas colaboren económicamente, es por eso que Boasso se refirió “hay un principio ecológico, el que ocasiona un daño debe repararlo".

"Muchas empresas que vierten residuos tóxicos hay que concientizarla para que colaboren en el sostenimiento en la Casa de la Ecología y la idea es que participen las organizaciones no gubernamentales que vienen hace muchísimo tiempo trabajando en el cuidado y defensa del medio ambiente”, concluyó Boasso. La ordenanza aprobada se puede encontrar en la página web Boasso24horas.

Para Alcides Ghiglioni integrante del Grupo Génesis los encargados de hacer cosas son los políticos “a veces digo que está faltando esa decisión política para cambiar muchos aspectos ambientales que podrían ser simplemente solucionados”.

"El Estado debe poner en tela de juicio y debe neutralizar a favor del vecino. A medida que vaya pasando el tiempo la gente se va ir viendo más afectada más profundamente en su vida cotidiana y esto permitirá tomar conciencia. Después es necesario un tiempo para llevarlo a la responsabilidad de acciones concretas y ahí es importante que estén las ONG's y el estado para guiar a las personas para decirle qué pueden hacer”, destacó la licenciada Laura Dell’ Oro de la Red Ambiental Rosario. También, dijo que hay que organizar socialmente a la gente para que pueda expresarse.

viernes, 5 de agosto de 2011

La ira después del amor

Ese día decidí lo que debía hacer. El resto sólo fue sentarme y esperar. Aguardar a que el momento llegara.









Héctor llegó esa tarde después de trabajar. Estaba cansado. Las pocas cuadras que había caminado se habían convertido en interminables. Solo quería llegar, quitarse la ropa y descansar. Ese día de trabajo había sido complicado, se presentaron inconvenientes durante su último rondín y estaba un poco perturbado por eso. Al llegar Ana María estaba tomando mates. Compartieron algunos y el tema más recurrente durante el último tiempo se puso sobre la mesa. Nuevamente se encontraban discutiendo por el dinero que él le entregaba a su madre. La pelea no fue diferente a otras, él levantó la voz, ella enfurecida continuó reprochándole la relación “enfermiza” que tenía con su madre y Héctor rabioso golpeó la mesa con su puño, comenzó a insultarla y se abalanzó sobre ella. Ana María volteó rápidamente y desesperada tomó una trincheta que tenía sobre el modular que estaba detrás suyo en el comedor. La tenía siempre a mano para las ocasiones en las que Héctor se enojaba y quería golpearla. La amenaza de cortarlo funcionaba para calmarlo. Él se alejó unos centímetros y ella le dijo que se vaya de la casa si eso era lo que quería, que se fuera con su madre y que no volviera más, aunque en el fondo no era lo que deseaba.

Héctor no contestó. Hubo un silencio tan absoluto que sólo se escuchaba la agitación de Ana María. Él se retiró hacia el dormitorio mientras se decía a si mismo que esa sería la última vez que soportaría una discusión sobre ese tema, ya estaba harto, no toleraría más esa situación. Descansaría y por la noche se iría definitivamente a casa de sus padres, algo con lo que venía amenazando y que a Ana María la alteraba bastante. Aunque esa tarde fue especial. Ninguno de los dos imaginaba que el final estaba pendiendo de un hilo que luego del quinto mate se cortó.


Luego de unos minutos a Héctor el cansancio y el malhumor lo vencieron y se durmió. Ana María no corrió con la misma suerte. Estaba histérica. Dejó las cosas del mate sobre la mesa y se fue a la cocina, sólo quería caminar, estar en movimiento. Los nervios la hacían palpitar y no sabía qué hacer para calmarse. Sobre la mesada estaba su bolso, sacó de él unas pastillas, buscó un vaso, sacó agua de la canilla y mientras las tomaba, por la ventana de la cocina miró hacia el patio y supo que esa era la opción después de todo. Se había cruzado por su mente muchas veces en los últimos meses y finalmente el momento había llegado. Estaba ciega del odio. Odiaba a “esa vieja” y lo odiaba a él por preferirla, así que ya no había más nada que pensar.

Luego de esa tarde, exactamente 4 días después, la policía fue a la casa de Ana María. La estaban buscando ya que su pareja hacía días que no era visto y Rosa, la madre de Héctor, había pedido que lo buscaran allí. Golpearon la puerta del frente y abrió una delgada y joven mujer de cutis blanco, pelo teñido y bastante desalinaeda, que estaba con su novio. Ana María vivía en la casa trasera, adelante, su hija y su yerno. Los oficiales atravesaron un pasillo, luego un patio y llegaron a la otra vivienda. Los atendió Ibarra, el ex marido, de quien se había separado hacía cuatro meses. Ella no estaba en casa, había viajado a lo de su hermana en San José de la Esquina y le había pedido que cuide al hijo de ambos, David.

El reloj marcaba las 8 de la noche del domingo y golpeaban la descascarada puerta de madera. El sonido era contundente. Ramón Ibarra le dijo a su hijo que se despreocupara que él iba a atender. A medida que la puerta se abría dejaba entrar una escasa luz que alcanzó a delimitar una silueta y luego otra. Buscaban a la dueña de casa pero no estaba, había viajado repentinamente. La policía les explicó la situación. Hablaron con ambos y se retiraron. Volvieron a la comisaria sin demasiado interés. Como indica el procedimiento llamaron a la hermana de Ana María quien preguntó por qué motivos la buscaban. La policía explicó que trataban de saber sobre Héctor, su pareja, pero ella se mostró desinteresada y negó conocer el paradero de su hermana. Los uniformados no supieron más nada del caso hasta las 23.50 cuando el teléfono sonó.


El teléfono sonó de manera estridente, atendieron y del otro lado se oía la voz titubeante de una mujer. Era nuevamente la hermana de Ana María desde San José de la Esquina. Le dijo a la policía que había mentido y que estaba preocupada por su hermana. Volvió a preguntar por la gravedad del caso y confesó que la sorprendió su visita, que no la esperaba. Al llegar, le había dicho que iba para hacer unos trámites en el registro civil y que estaba muy perturbada. Tomaba muchas pastillas, estaba nerviosa y en una conversación le contó que le había pedido a David que cavara un pozo en el patio de la casa para hacer una huerta, pero que le llamaba la atención porque Ana María nunca antes había mostrado interés en esas cosas.

La policía sintió que ese indicio los conduciría a la respuesta del caso. El sargento Ramón Gutiérrez, el cabo Miguel Ángel Pando y José Burdiso de inmediato abordaron el móvil policial 2888 y se dirigieron a la vivienda de calle San Luis al 500. Había algo raro. Pese al apuro no prendieron las balizas, llegaron de improviso a la vivienda. Nuevamente los atendió Ibarra . Los ruidos hicieron que David se despertara. Sorprendido al escuchar el alboroto saltó de la cama. Era la segunda vez en siete horas que su casa estaba con policías en su interior. Gutierrez pidió hablar con el joven y le preguntó sobre la existencia de un pozo en el patio de su casa. Este explicó que hacía un mes su madre le había pedido que lo cavara, pero que hacía dos o tres días que estaba tapado.

Esta vez la policía no titubeó y fue directo hacia el fondo de la casa. Atravesaron el pequeño comedor y llegaron al patio trasero. David les señaló un rectángulo de dos metros de largo por uno de ancho que tenía  tierra revuelta. Estaba contra la pared de la cocina. Pando, Gutierrez y Burdiso no dudaron en comenzar a cavar allí. Al lugar ya habían llegado la hija de Ana María y su novio, ya estaban su padre y su hermana observando atentamente a los policías. Las primeras paladas fueron cuidadosas. De repente, tocaron en el suelo algo duro. Se sentía hueco. Había sólo 20 centímetros de profundidad. David repetía que a ese pozo lo había hecho él porque su madre quería hacer una huerta pero que después lo había tapado. Llamaron a los bomberos de Prefectura para que los ayudaran a delimitar la zona, mientras tanto la excavación se detuvo. Al presumir que allí se encontraba el cuerpo de Héctor, los efectivos comenzaron a buscar más indicios en el interior de la casa. Uno de ellos, Burdiso, entró al cuarto y notó algo raro. Tal vez fue instinto, pero no estaba equivocado. Revisó las paredes y notó algunas manchas, nada demasiado revelador pero al destender la cama observó que el colchón de dos plazas en uno de sus lados, el que apoyaba contra la parrilla, tenía cosida una sábana. Llamó a sus compañeros, tomó un cuchillo y lo abrió de inmediato. El colchón tenía manchas de sangre que ya estaba seca.

Veinte minutos más tarde llegaron los bomberos de Prefectura. El ayudante de primera Cordi dirigía a sus hombres. Comenzaron a trabajar y de inmediato Gutiérrez, Pando y Burdiso divisaron una sábana ensangrentada. Sus corazones latían cada vez más rápido y la cara de Ibarra que estaba apoyado contra el umbral de la puerta trasera se iba desencajando. Al quitar toda la tierra no hubo más dudas.

Sé que fue muy duro para vos, y que debió ser muy feo que te metieran preso. Pero yo quería hacer lo mejor para los dos y Héctor no me dio otra oportunidad. Yo quería que las cosas estén bien y que se quedara en casa. Que me hiciera compañía, para no estar sola.


El cuerpo estaba allí, boca abajo envuelto en una sábana. Gutiérrez lo desenvolvió lentamente, el cuerpo pesaba bastante y el olor era nauseabundo. Mientras llamaban al médico policial Pando no quitaba los ojos de esa sábana, no quería perderse de ningún detalle, estos casos no eran frecuentes. Al terminar de rodar el cuerpo por ella observaron a un hombre en un avanzado estado de descomposición, hinchado y con varios golpes y heridas. La hija de Ana María ante la irrefutable prueba de asesinato comenzó a llorar y su novio la alejó del lugar. Ibarra se llevó a su hijo al interior de la casa y los policías de inmediato los esposaron. Todos debían declarar. El agente Reynoso del área de Criminalística fotografió el lugar, las paredes, habitaciones, el pozo y el cuerpo. Se cerró la casa y se libró una orden de detención para Ana María.

Una vez en la comisaría David, que aún no podía entender la situación, negaba que su madre fuera capaz de hacer una cosa semejante. Él había estado tomando mates con ella la madrugada antes de que se fuera. Había llegado del boliche y la encontró sentada en el comedor. Se quedaron charlando. Él se fue a dormir porque estaba cansado y ella se quedó allí. A la mañana siguiente no estaba más. Luego se enteró que había ido a visitar a su tía. En cuanto a la quinta, explicó que su madre hacía un mes lo había enviado a averiguar cómo se armaba porque quería plantar unos vegetales y que los había sembrado antes de viajar a San José de la Esquina.

Amigos de Ana María también declararon ante la policía y aseguraban que esa tarde, antes de su viaje, habían estado con ella. Se sentaron en el comedor como siempre, hablaron y tomaron mates.





Esa tarde en la casa de Ana María el destino de todos había cambiado. Nada fue igual a partir de ese momento.

Después de matarlo me puse a pensar y encontré las razones de por qué lo había matado. La primera fue porque me dijo que era una cobarde y no me animaría a hacer nada. Y la segunda porque él mismo me pidió que lo matara de una vez por todas. Mientras él dormía yo tenía tanta rabia que busqué un martillo y fui hasta la pieza. Agarré una almohada y se la puse en la cara, ahí él se despertó y sobresaltado me preguntó qué estaba haciendo, que si quería matarlo que lo hiciera que ya lo tenía cansado. Él nunca pensó que yo lo haría, y lo hice. Primero le pegué con el martillo en la cabeza y como todavía respiraba yo entré en pánico. Ahí me di cuenta de lo que había hecho y le dije «Negro vos no vas a sufrir más», busqué un cuchillo mientras él temblaba, me senté arriba de él y se lo clavé en el cuello. No le encuentro justificación a lo que hice. No tiene explicación.

Según el médico policial, el cuerpo de Héctor al momento de ser hallado llevaba varios días sin vida. Más tarde, la autopsia determinó que presentaba un fuerte golpe en el parietal derecho, un puntazo detrás de la oreja izquierda y dos cortes en el cuello realizados con un arma blanca.

Ana María llegó a la comisaría custodiada por los policías. Durante el viaje no emitió una sola palabra sobre el hecho, solamente hablaba de su delicado estado mental y de que se automedicaba. Del patrullero bajó una mujer alta, robusta, morocha, de pelo oscuro largo. Por su cara parecía afligida, perturbada. Traía consigo un bolso. Cuando la policía lo revisó, antes de interrogarla, halló en su interior una bolsa con diferentes pastillas, varias de ellas tranquilizantes.

El parte preventivo del último día de junio indicaba que un hombre de 38 años había sido encontrado enterrado en un pozo en una vivienda de Puerto General San Martín que pertenecía a su pareja. Él se desempeñaba como vigilante en una empresa de gas de esa ciudad. Hacía tres años habían comenzado una relación sentimental que tenía altos y bajos que preocupaban a la mujer. Ella tenía 39 años y se comentaba en el barrio que no se encontraba bien.

Durante el juicio Ana María alegó que nada de lo sucedido fue premeditado y su abogado desestimó cualquier tipo de participación de David en el caso. Ningún vecino notó lo que había sucedido, pese a que el patio donde yacía Héctor estaba cercado solamente por un tejido y desde él se podían observar todas las viviendas lindantes. Para todos parecía un misterio, menos para Ana María. Ella era la única que sabía lo que realmente sucedió en el interior de su vivienda esa tarde cuando Héctor volvió de trabajar.

Tras la detención comenzaron las investigaciones y Ana María tuvo su condena luego de un año. En el juicio se debatió si actuó con alevosía, como pedía el fiscal, o bajo un estado de emoción violenta, como planteó el defensor oficial.  Finalmente, el juez  la condenó por homicidio simple y su sentencia fue de 14 años, pero el abogado defensor apeló el fallo y se busca la reducción de la pena.

Pese a la decisión de la corte, muchas dudas quedaron regadas a lo largo del caso. ¿Por qué ningún vecino observó que un cuerpo estaba siendo enterrado en el patio? ¿Qué grado de conocimiento tuvo su hijo, quien cavó el pozo un mes antes del hecho? ¿Cómo sus amigos que fueron a visitarla esa tarde no observaron nada extraño?

Ana María había repasado el asesinato una y otra vez en su mente. Las cosas no estaban bien entre ellos y la aterraba el hecho de que él la dejara. Solo debía esperar a que se diera el momento. Esa tarde, cuando Héctor entró de malhumor a su casa y discutieron por el dinero que le entregaba a su madre, ella tomó la decisión. Miró por la ventana de la cocina que daba al patio y encontró la respuesta a la pregunta que tantas veces se había hecho respecto a qué hacer con su relación.

Al entrar a la habitación lo vio dormido y aprovechó la situación. Al poco tiempo llegaron a su casa unos amigos por lo que cubrió la cama y puso el cuerpo debajo de ella. Cerró la puerta del cuarto y recibió a las visitas. Estuvo charlando con tal naturalidad que nadie sospechó que algo pasara. Una vez que los amigos se habían retirado del lugar, Ana María se dispuso a limpiar la escena. Ya estaba oscuro afuera. Envolvió el cuerpo de Héctor con la sábana de la cama y lo arrastró desde la habitación hasta la puerta que daba al patio. Puso el resto en una bolsa y buscó un juego de sábanas limpias. Forró el lado del colchón manchado con sangre y tendió la cama. Terminó de arrastrar el cuerpo hasta afuera, tomó una pala y lo sepultó. Luego entró, lavó los pisos y las paredes. Nada había sucedido, todo estaba en orden. Héctor era un capítulo finalizado en su vida.