Bárbara Blati- comisión A
En los próximos diez años los accidentes de tránsito se duplicarían en América Latina. En la actualidad, Argentina tiene la segunda tasa de mortalidad de Latinoamérica y la quinta en el mundo a raíz de esta problemática. Por eso los legisladores de Santa Fe trabajan para adherirse a la Ley nacional que implementa mejoras tendientes a reducir los accidentes.
La ley contempla que los accidentes son siniestros que no pueden evitarse, por eso incorpora la figura de incidentes de tránsito para aquellas imprudencias que provocan graves desenlaces e incluso fatales.
Se estima que un 90% de los accidentes en el territorio provincial pudieron evitarse puesto que se debían a imprudencias. La última tragedia en la que fallecieron 14 personas en Villa Ocampo es un claro ejemplo de eso. Pero un carné de conducir entregado a una persona que no es apta, o conducir sin él, la falta de casco, no tener la revisión técnica de un vehículo o viajar sin los elementos de seguridad son un cóctel mortal que se repite en cada calle y ruta de la Argentina.
Si bien la Ley nacional del carné por puntos ya fue sancionada y promulgada aun se discute entre los especialistas en accidentología si es útil la iniciativa y a quién se debe multar: a la persona a nombre de la cual está la patente del vehículo o al conductor.
Mientras tanto, las campañas publicitarias preventivas se suceden unas tras otras, más sutiles o más provocativas, para tratar de poner un paliativo a tantas muertes. A lo largo del mundo existen miles de ellas, puesto que los accidentes de tránsito son una problemática común. Lo que varían son los índices y Argentina los tiene elevados. Se estima que hay dos choques por minuto y que mueren 140 personas por semana.
Si bien esta última cifra es relativa, porque existen diferentes informaciones sobre la mortandad de personas en accidentes de tránsito, en general rondan la veintena de personas por día. Vidas que se van y familias destrozadas que se multiplican. Miles de testimonios desgarradores se encuentran detrás de cada una de estas frívolas cifras.
Como si esto fuera poco la Universidad Tecnológica Nacional (UTN) arrojó un pronóstico sombrío para los próximos diez años: las muertes se duplicarán en América Latina. Para bajar la siniestralidad sería necesario, según el estudio realizado por la institución, un cambio de mentalidad y de lineamientos culturales.
Cada especialista en la materia aporta soluciones diferentes. Por ejemplo, Gerónimo Bonavera apuesta a la educación vial desde el jardín. Así, se busca que los niños convivan con las normas de tránsito y se apropien de los hábitos correctos y no de aquellos que tienen gran cantidad de adultos que infringen las normas de tránsito.
Dentro de este último lineamiento se encuentra la propuesta en facebook de ser cada uno su propio agente de tránsito. La problemática está instaurada, sólo falta que cada uno tome la opción que mejor preserve su vida.